Entorno

Si hay algo por lo que destaca Olite es por la fabulosa silueta del Palacio Real, que se alza majestuosa al fondo de la plaza Carlos III el Noble.

Cuna de reyes y reinas, en Olite podrás pasear por sus calles empedradas mientras visitas los caserones nobles, las iglesias, los conventos y monasterios, las galerías medievales o la impresionante torre del chapitel. 

Además, Olite se puede considerar la capital del vino navarro, de hecho, la sede de la Cofradía del Vino de Navarra se encuentra en la localidad y además cuenta con una gran cantidad de bodegas de renombre.

Dividida en dos escenarios, la Bardena Blanca y la Bardena Negra, el parque natural te sorprenderá con sus contrastes. Por un lado, los yesos y arcillas de un paisaje casi lunar que forma la Bardena Blanca, con sus característicos barrancos y sus cerros coronados por enormes piedras, llamados cabezos, como el Castildetierra, el del Fraile o el de las Cortinillas. La otra parte, más verde, es la Bardena Negra, que te espera con sus bosques de pino carrasco y que refleja la diversidad de ambientes que encontrarás.

En total, 700 kilómetros de caminos que puedes recorrer a pie y en bicicleta.

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Ujué es un pequeño pueblo medieval lleno de encanto, situado en la zona media oriental de Navarra.

Su enclave es único, ya que está situado en la cima de una montaña dominando la sierra de Ujué.

Con una altitud de 815 metros sobre el nivel del mar, Ujué constituye una auténtica atalaya desde la que en los días claros se dominan desde la cordillera Pirenaica por el norte hasta la ribera del Ebro y la silueta del Moncayo por el sur.

Un casco histórico que da gloria verlo de lo bien cuidado que está. Zonas verdes y jardines que dan para un cuadro impresionista. Bares de pintxos con auténticas virguerías culinarias. Ambiente cultural, bullicio jacobeo, tiendas de las de toda la vida…

Y más: un conjunto amurallado con una ciudadela renacentista que es la envidia de las ciudadelas; unas fiestas patronales conocidas en todo el mundo; y una calidad de vida que se palpa en cuanto llegas a la ciudad.

Una ciudad con encanto nacida entre la aridez de las Bardenas y el verde intenso de su huerta. A orillas del rio Ebro y con unas calles en las cuales se reflejan los 4 siglos de musulmanes, judios y mozárabes.

No te pierdas su Plaza de los Fueros, la espectacular catedral, sus iglesias y palacios, pasadizos, murallas y atalayas.

En la falda de la sierra de Ujué, en medio del paisaje estepario, destaca un humedal de 216 hectáreas repleto de aves. La laguna de Pitillas es un espacio ideal para avetoros, aguiluchos, bigotudos, ansarones o garzas, que encuentran refugio y alimento en el agua libre, la vegetación del carrizal y en sus alrededores.

Es un parque de aventura y diversión situado en el sur de Navarra que cuenta con 120 hectáreas de extensión. En tu visita podrás disfrutar de todas las atracciones de agua, de los nuevos toboganes «Los Rápidos», de paseos en barca etc. Disfrutarán de 8 sendas de animales donde podrán disfrutar de los animales en semilibertad.

En Sendaviva, podrás disfrutar de varios espectáculos en vivo como el Show de bienvenida, La Isla de la Maldición, El Circo, el Secreto del Chamán, espectáculo de Marionetas, el Show del Agua y del Espectáculo de Fin de Fiesta.

A 7 kms de Melida se encuentra uno de los tres monasterios que se conservan en el sur de Navarra. Es la actual morada de 26 monjes cistercienses a quienes se puede ver, vestidos con túnicas blancas, paseando y orando por el claustro del cenobio.

Su amplia iglesia, que es uno de los más genuinos ejemplos del arte cisterciense de España, el claustro gótico, la sala capitular y la capilla de San Jesucristo te descubrirán la importancia artística de este monasterio, construido en los siglos XII y XIII.

La Ciudad Romana de Cara, (Siglo I a.C. a IV d.C.) se encuentra en el termino municipal de Santacara, a 2 Kms de Melida.. Su acceso está bien señalizado, se encuentra al aire libre y accesible de forma gratuita.

A 5 kms de Mélida se encuentra este importante despoblado medieval que se levanta altivo y orgulloso en un alto cerro sobre el río Aragón. Un paseo por sus calles, por los restos de sus casas, nos trasladará a la Edad Media, a una época de invasiones, guerras y otros peligros que acechaban al otro lado de las fronteras del Reino de Navarra.

Descubre Artajona, Edad Media en estado puro. Sus calles, casas, torre del homenaje o donjon, aljibes, bestorres, nos llevan hasta el pasado para ver la huella que dejaron los distintos pueblos que pasaron por aquí. En el interior de la Iglesia Fortaleza de San Saturnino, construida por canónigos franceses entre 1260 y 1300, admirarás este monumento gótico de influencia francesa y otros enigmas que oculta la iglesia.

Finalmente ascenderás por las escaleras de caracol hasta llegar al único tejado medieval que servía para recoger agua en La Edad Media. Desde allí hay unas vistas maravillosas de los magníficos y cambiantes paisajes de Navarra.

La villa de Sos del Rey Católico situada en la zona norte de la provincia de Zaragoza, en la comarca de las Cinco Villas, próxima a la Comunidad Foral de Navarra, se encuentra sobre la peña Feliciana, en una colina con dos promontorios: en el más alto se encuentra el castillo (origen de la villa), y en el otro estuvo ubicado en la edad media el Barrio Judío. Sos fue un importante lugar estratégico entre dos reinos: Navarra y Aragón.

Coronada por la fortaleza que le dio origen, Uncastillo cuenta con varias iglesias románicas y un extraordinario patrimonio artístico. Recorre las laberínticas calles de su espectacular judería, contempla la belleza de su caserío y degusta su sabor medieval por cada rincón.

El río Aragón, en su tramo medio, entre el embalse de Yesa y Carcastillo, es una sugerente invitación a perderse por los paisajes mediterráneos. Los montes de Gallipienzo y Ujué se cubren de coscojares, tomillares y carrascales, y los barrancos que se precipitan al río se llenan de choperas y alamedas. Un reptil ha hecho de las aguas limpias del río su morada favorita, el galápago europeo.